En un mundo donde la muerte a menudo se ignora o se oculta, surge en Buenos Aires una propuesta que desafía las normas y despierta curiosidad: el falso velorio. Esta experiencia singular, organizada por Camila Quilez, agotó todas sus entradas en apenas 48 horas, reflejando un interés creciente por abordar la muerte de manera diferente. En lugar de tratarla como un tabú, Quilez invita a sus participantes a verla como una parte natural de la vida que nos une a todos.
La idea nació como un experimento personal, casi lúdico, y rápidamente se convirtió en un fenómeno que atrae a personas de todas las edades y antecedentes. El evento se lleva a cabo en una atmósfera cuidadosamente diseñada para emular un velorio de época, donde los asistentes son recibidos con licor de café, flores y sorpresas. En un giro inesperado, un espejo dentro del féretro permite a los participantes enfrentarse a su propia mortalidad, con el fin de salir del evento con un renovado deseo de vivir.
El éxito del falso velorio no es casualidad. Camila ha pasado años cultivando una comunidad en Instagram, Cementerios Argentina, que comparte su fascinación por los cementerios y la muerte. Esta comunidad se ha convertido en un espacio donde personas de todo el país, que antes no tenían con quién compartir su interés por estos temas, ahora encuentran un lugar de conexión y reflexión.
El evento no solo desafía tabúes, sino que también fomenta la celebración de la vida. Los invitados disfrutan de música en vivo, empanadas y bebidas, creando un ambiente distendido donde el duelo y el festejo se entremezclan. Quilez ha logrado que hablar de la muerte sea una excusa para celebrar la vida y para que las personas establezcan lazos genuinos basados en intereses compartidos.
Además, el falso velorio es parte de un movimiento más amplio llamado «muerte positiva», que busca naturalizar la muerte y reducir el tabú que la rodea en la cultura occidental. Para Quilez, hablar de la muerte es una forma poderosa de celebrar la vida, ya que nos recuerda que vivir es urgente y que debemos aprovechar cada momento.
Con el éxito rotundo del evento en Buenos Aires, Camila ya está organizando otro en Mar del Plata. La respuesta del público ha demostrado que existe una necesidad real de repensar cómo se vive el duelo y cómo se celebra la vida. En un mundo donde la superficialidad a menudo domina, el falso velorio ofrece un espacio para la reflexión y la conexión auténtica, demostrando que incluso en la muerte, podemos encontrar motivos para vivir plenamente.




