En los últimos días, el Cementerio de Torrero en Zaragoza ha sido escenario de una serie de actos vandálicos que han afectado a cerca de 200 ornamentos y elementos decorativos de lápidas y nichos. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Zaragoza ha expresado su «enérgica y rotunda condena», subrayando la gravedad del daño no solo material sino también emocional, al atentar contra la memoria de los seres queridos de los zaragozanos.
Las Brigadas Municipales del Cementerio fueron las primeras en detectar estos lamentables hechos, y ahora toda la información recabada ha sido entregada a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En respuesta, se ha intensificado la vigilancia por parte de la Policía Local y se ha presentado una denuncia formal ante la Policía Nacional, que ya está llevando a cabo una investigación para identificar a los responsables.
El Ayuntamiento anima a los propietarios afectados a que también interpongan sus denuncias ante la Policía Nacional. Para facilitar este proceso, se ha decidido publicar un listado actualizado de los espacios afectados en la web municipal y a través del servicio telefónico 010, gestionado por operadores del municipio.
Además, el área de Urbanismo está evaluando posibles mejoras en la infraestructura del cementerio para reforzar su perímetro y dificultar el acceso no autorizado. Desde el gobierno municipal se ha recordado que estos actos vandálicos no solo constituyen un delito contra el patrimonio, sino que también representan una falta de respeto hacia aquellos que descansan en el lugar y sus familiares.
El Cementerio de Torrero, con una historia de 191 años, es el más grande de Aragón, ocupando una extensión de 519.015 metros cuadrados, lo que equivale a 22 veces la plaza del Pilar. Allí reposan los restos de aproximadamente 700.000 personas, y el recinto cuenta con una vasta infraestructura que incluye nichos, columbarios, panteones, capillas y sepulturas, además de amplias zonas verdes.
La indignación es palpable entre los ciudadanos, especialmente entre aquellos que han visto dañados los espacios dedicados a sus seres queridos. El Ayuntamiento de Zaragoza se compromete a tomar medidas para prevenir futuros incidentes y garantizar que el cementerio siga siendo un lugar de descanso y recogimiento.