El mayor riesgo en muchos cementerios no está a dos metros bajo tierra, sino a ras de suelo: el intrusismo profesional. Equipos “apañados”, montacargas tuneados y fabricaciones artesanales que se venden como portaféretros o plataformas de personas sin homologación ni certificación. ¿El resultado? Operarios expuestos, responsables legales temblando y un servicio público o funerario que juega a la ruleta rusa con la seguridad. Un elevador sin papeles no es una ganga: es un problema con ruedas.
Frente a ese panorama, conviene recordar lo básico: la normativa existe para algo. Las plataformas elevadoras de personas deben cumplir la UNE-EN 280; toda máquina ha de ajustarse al Real Decreto 1644/2008 (marcado CE) y, como equipos de trabajo, al Real Decreto 1215/1997. Si no hay evaluación de conformidad por un Organismo de Control Autorizado (OCA), no hay garantías de estabilidad, resistencia estructural ni protección frente a riesgos mecánicos, eléctricos o de caída. Y sin expediente técnico, manual de uso ni trazabilidad, lo que hay es un riesgo técnico y legal que puede acabar en la hemeroteca… o en un juzgado.
En este contexto, Marco Taller S.L. marca distancias. La compañía ha obtenido la UNE-EN ISO 9001:2015 como fabricante de escaleras y portaféretros para cementerios, lo que no es solo un sello bonito: es el compromiso verificable de que sus procesos y productos siguen criterios de calidad, control y mejora continua. Detrás hay inversión en I+D y un equipo cualificado —ajustadores, soldadores, mecánicos hidráulicos, electrónicos, electricistas y pintores— coordinado por el Departamento de Ingeniería y el equipo de calidad. Es decir, máquinas diseñadas para personas, no “inventos” para salir del paso.
La responsabilidad también alcanza al medio ambiente. Con la UNE-EN ISO 14001:2015, Marco Taller integra materiales responsables y procesos que minimizan el impacto ambiental. Porque la sostenibilidad no consiste en pintar de verde: consiste en medir, auditar y corregir.
Mensaje claro para ayuntamientos, funerarias y contratas: exijan siempre certificado OCA, marcado CE visible y documentación completa (manual, expediente técnico y trazabilidad). Verifiquen la conformidad con UNE-EN 280 cuando corresponda. Si el proveedor no puede enseñar los papeles, no hay trato. Es así de simple.
El respeto a los difuntos empieza por la seguridad de los vivos. En un mercado donde el intrusismo presume de precio a costa de la ley y de la integridad física de los operarios, Marco Taller se posiciona donde hace falta: en el rigor técnico, la calidad auditada y la responsabilidad social. Lo demás son atajos. Y los atajos, en altura, no perdonan.