En Aranda de Duero, una ciudad que enfrenta un creciente déficit de sepulturas, el Ayuntamiento ha dado un paso significativo para solventar esta necesidad. La licitación de 65 nuevas sepulturas y columbarios en el cementerio municipal San Pedro Regalado marca el inicio de un proyecto que busca ampliar la capacidad de este espacio funerario, asegurando así el servicio a las familias que lo requieran.
Con un presupuesto base de 199.049 euros, se ha convocado a las empresas interesadas a presentar sus ofertas antes del 27 de octubre. La actuación se desarrollará en el cuartel 4 y en la parcela San Pedro, situados en la mitad oeste del cementerio. Este proyecto, detalladamente elaborado por la Arquitecta Técnica Municipal, contempla la construcción de sepulturas de tres niveles, distribuidas en trece filas de cinco sepulturas cada una.
El Ayuntamiento, consciente de la urgencia de esta demanda, ha establecido un plazo de ejecución de tres meses desde el inicio de los trabajos. Esta celeridad busca no solo responder a la actual falta de espacios, sino también anticiparse a futuras necesidades, asegurando que el cementerio continúe siendo un lugar de reposo digno y adecuado.
Paralelamente, el Ayuntamiento ha adjudicado la redacción de un proyecto para la ampliación del vestuario de intervención del Parque de Bomberos. Esta obra, adjudicada al estudio Cobas por un importe de 5.360 euros, responde a las limitaciones de espacio que enfrentan actualmente los bomberos, dificultando el almacenamiento de Equipos de Protección Individual y el tránsito en situaciones de emergencia.
La ampliación del vestuario busca mejorar las condiciones de trabajo de los bomberos, asegurando el cumplimiento de la normativa vigente en higiene, ergonomía y prevención de riesgos laborales. Asimismo, permitirá anticipar un posible aumento de plantilla o la incorporación de nuevo equipamiento, mejorando así la operatividad del parque ante intervenciones urgentes.
Con estas iniciativas, Aranda de Duero no solo da respuesta a necesidades inmediatas, sino que también se prepara para el futuro, garantizando servicios esenciales y mejorando la infraestructura para el bienestar de sus ciudadanos. Estas acciones demuestran un compromiso con la calidad de vida y la seguridad, reafirmando el papel del ayuntamiento como garante del desarrollo y la protección comunitaria.
