La despedida de un ser querido es un momento delicado, y confiar en que todo estará preparado es un alivio para los familiares. Sin embargo, para la familia de Euclides Ambrosio Ortiz Morel, esto no fue así. Tras 36 años de pagar un seguro de sepelio a la funeraria Crichigno en Paraguay, encontraron que los servicios prometidos no se cumplirían, dejándolos en una situación dolorosa y complicada.
Euclides Ortiz, un trabajador de 89 años, falleció por causas naturales el 12 de julio. La familia, confiada en que la funeraria cumpliría con su parte del contrato, se encontró con que los números de contacto no funcionaban. Al obtener finalmente una respuesta, se les informó que la empresa solo proporcionaría el ataúd y los muebles de la capilla, pero no el tratamiento químico del cuerpo ni el salón velatorio, servicios que debían pagar aparte.
Ante la negativa de la funeraria a cumplir con el compromiso completo, la familia Ortiz tuvo que recurrir a otra empresa para los servicios funerarios, en medio de la angustia de perder a su ser querido y la presión de reunir el dinero necesario.
El abogado de la familia intentó resolver la situación acudiendo a las oficinas de Crichigno, donde fue recibido por Carlos Crichigno, el dueño. Sin embargo, el contrato original nunca fue proporcionado, y las respuestas de la empresa siguieron siendo evasivas.
La empresa Crichigno, según su registro, no está habilitada por el Ministerio de Salud Pública de Paraguay para ofrecer servicios funerarios, un hecho que agrava la situación. La familia Ortiz ha registrado una denuncia ante la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario (Sedeco), buscando que se tomen medidas contra la funeraria.
Este caso ha resonado en redes sociales, donde otras personas han compartido experiencias similares con la misma empresa, indicando un patrón de incumplimiento. Este medio intentó contactar con representantes de Crichigno, sin éxito.
La historia de Euclides Ortiz y su familia es un ejemplo de la importancia de verificar la legitimidad de los servicios contratados y de la necesidad de un control riguroso por parte de las autoridades para proteger a los consumidores. En momentos tan sensibles como la pérdida de un ser querido, lo último que una familia necesita es enfrentar obstáculos adicionales debido a incumplimientos contractuales.
