En Venezuela, el sector funerario enfrenta un desafío creciente: el aumento de los servicios informales. Según Davenio Velásquez, presidente de la Asociación Profesional de la Industria Funeraria de Venezuela (Asoproinfu), esta tendencia ha sido impulsada por el incumplimiento de responsabilidades legales y tributarias. Estas prácticas permiten reducir costos al evadir impuestos, contratar personal al margen de la ley y adquirir insumos de manera ilícita.
Velásquez, en una entrevista para Unión Radio, explicó que la economía informal en este sector ofrece precios más bajos, atrayendo a clientes que buscan opciones económicas. Sin embargo, advirtió que estos ahorros derivan en un servicio que no cumple con los estándares adecuados, representando una alternativa informal que compite deslealmente con las funerarias formales.
El impacto de estos servicios informales ha sido significativo. Un reportaje de El País en 2023 reveló que esta práctica afectó al 50% de los servicios de funerarias legales en Venezuela. En respuesta, Asoproinfu ha señalado un aumento en la demanda de cremaciones, una opción más accesible en el sector formal, aunque todavía limitada por tradiciones culturales y religiosas.
La elección de la cremación ha crecido debido a la situación económica del país y a cambios culturales en la manera de lidiar con el duelo. En 2023, se estimó que el 70% de los servicios funerarios en Venezuela eran de cremación, impulsados por su menor costo y la evolución en las prácticas de las nuevas generaciones.
Velásquez subraya que el costo de un servicio funerario formal depende de las preferencias del cliente y la amplitud del servicio contratado. A pesar de la competencia desleal, las funerarias formales continúan ofreciendo opciones que cumplen con las normativas y garantizan un servicio digno.
El auge de los servicios funerarios informales en Venezuela es un reflejo de las dificultades económicas que enfrenta el país y plantea un desafío para el sector formal. La necesidad de abordar esta problemática es urgente, no solo para proteger la industria formal, sino también para garantizar que las familias venezolanas puedan despedirse de sus seres queridos de manera adecuada y respetuosa.