El sidecar fúnebre es la despedida definitiva para los amantes de la velocidad

El sidecar fúnebre: La despedida definitiva para los amantes de la velocidad

En la intersección entre la pasión por las motos y el respeto por los rituales de despedida, Darren Abey ha creado una solución única y emocionante: el sidecar fúnebre. Este británico, amante del motociclismo desde su juventud, decidió fusionar sus dos mundos para ofrecer una forma de despedida sin igual a aquellos moteros que vivieron la vida al máximo, incluso hasta el final.

Todo comenzó cuando, a los 18 años, Abey quedó fascinado con las carreras de MotoGP en Donnington Park y más tarde con el TT de la Isla de Man, eventos que encendieron su pasión por la velocidad. Años más tarde, su trabajo en una funeraria le brindó la oportunidad de unir estas dos pasiones en un proyecto sin precedentes. El resultado fue un sidecar fúnebre impulsado por una Suzuki GSX-R1000 K4, una máquina capaz de alcanzar velocidades de hasta 280 km/h.

La creación de este vehículo no fue tarea sencilla. Abey dedicó más de 100 horas y 35.000 euros para perfeccionar su diseño, asegurándose de que fuera seguro y funcional para sus clientes. En su búsqueda por el sidecar perfecto, tuvo que aligerar el peso considerablemente, ensamblándolo tres veces hasta lograr la solución definitiva. El sidecar resultante incluso incluye homenajes a leyendas del motociclismo como Joey Dunlop y Mike Hailwood.

elfunerariodigital

Desde su finalización en 2022, este sidecar fúnebre ha sido utilizado en decenas de servicios, ofreciendo a los moteros una última y emocionante salida. «Poder llevar a alguien en su última salida en moto y hacer sus deseos realidad para celebrar su vida hace que el día sea un poco más fácil», reflexiona Abey en sus redes sociales.

Además de esta creación, Abey no es ajeno a los funerales personalizados. Entre su flota de vehículos únicos se encuentran un Reliant de tres ruedas tipo Del Boy y una carroza diseñada para parecerse a un Fórmula 1, propulsada por un motor de la Kawasaki ZZR1400.

El sidecar fúnebre es más que un simple vehículo; es una celebración de la vida y la pasión por la velocidad, una despedida que captura el espíritu indomable de los moteros que desafiaron los límites hasta el final.