Vinaixa, un pequeño pueblo de Lleida, ha sido el escenario de una historia que parece sacada de una novela. Dos individuos, tras asaltar una casa, decidieron pasar la noche en el mausoleo de una familia en el cementerio local. No contentos con ello, forzaron el acceso a media docena de panteones, en una acción que ha dejado a los vecinos sorprendidos e indignados.
La historia, que parece de ficción, tuvo su punto culminante cuando los Mossos d’Esquadra detuvieron a los sospechosos en la estación de tren, justo cuando se disponían a abandonar el pueblo. Su detención fue posible gracias a la identificación por parte de unos vecinos que los vieron tomando café en un bar local. A pesar de su detención, los dos hombres quedaron en libertad después de pasar por el juzgado por el robo en la casa, ya que en ese momento no se había denunciado la profanación del cementerio.
El alcalde de Vinaixa, Josep Maria Tarragó, ha expresado el sentir general de los vecinos: «No ha sido un gran daño, pero entrar en un cementerio y hacer lo que hicieron ya es lo último». La comunidad, que ahora se muestra más alerta, no había detectado el incidente en el cementerio hasta que una vecina lo visitó cinco días después de los hechos.
Los cargos pendientes contra los detenidos incluyen, además del robo en la casa y la profanación del cementerio, el hurto de un cargador de móvil en una furgoneta y los daños causados en dos panteones y en el mausoleo. También se les acusa del robo de una figura funeraria, que fue recuperada tras la detención.
La policía autonómica busca ahora a los dos hombres por un delito contra el respeto a los difuntos, castigado con hasta cinco meses de cárcel o diez de multa. La comunidad de Vinaixa espera que se tomen las medidas necesarias para que situaciones como esta no se repitan y que el respeto por los difuntos sea siempre una prioridad.