En un acto de resistencia laboral, los 38 trabajadores del Tanatorio de Palencia han convocado una huelga para los próximos lunes y martes, 28 y 29 de julio. La protesta, que incluirá concentraciones frente al centro, es una respuesta a lo que consideran una pérdida de derechos desde que la empresa cambió de propietarios en marzo de 2024.
Uno de los enlaces sindicales, que prefirió mantener el anonimato, explicó que la presión ejercida por la nueva dirección llevó a los trabajadores a abandonar las reuniones con la empresa en enero. «Nunca quisimos llegar a este extremo, pero nos vemos obligados a actuar», afirmó, destacando que el bienestar de las familias que acuden al tanatorio sigue siendo una prioridad para los empleados.
Los trabajadores denuncian que desde la llegada de los nuevos dueños, las condiciones laborales han empeorado significativamente. Las reclamaciones incluyen la falta de días festivos, la reducción del salario base, la imposición de horarios partidos y la insuficiencia de relevos de personal. Además, critican que se haya intentado suplantar a los conductores funerarios con taxistas, lo que fue rechazado por estos últimos por considerarlo poco ético.
El conflicto se ha intensificado por la negativa de la empresa a negociar mejoras en los descansos entre jornadas y las horas de guardia efectivas, lo que ha llevado a los trabajadores a presentar un conflicto colectivo ante los tribunales. El juicio está programado para el próximo 14 de octubre.
La situación actual obliga a los empleados a trabajar siete días seguidos, descansar dos, y repetir este ciclo con jornadas de guardia de 12 horas, sumando 1,980 horas de disponibilidad al año. Esta carga laboral es insostenible, según los trabajadores, y afecta directamente su calidad de vida.
A pesar de la huelga, los empleados se comprometen a mantener el respeto hacia las familias que utilizan los servicios del tanatorio, asegurando que su lucha es por derechos laborales justos y condiciones de trabajo dignas. Han pedido comprensión a las familias, afirmando que su objetivo es mejorar el servicio a largo plazo.
El caso del Tanatorio de Palencia es un ejemplo de los desafíos que enfrentan los trabajadores en el sector funerario, donde las presiones económicas y las exigencias laborales a menudo chocan con la necesidad de respetar el dolor y la dignidad de las familias. La huelga y las protestas son una llamada de atención sobre la importancia de equilibrar los intereses empresariales con los derechos de los empleados, asegurando un entorno laboral justo y humano.
Como el conflicto se desarrolla, la comunidad local y las partes interesadas observan con atención, esperando una resolución que satisfaga las demandas de los trabajadores y garantice el continuo respeto hacia las familias en un momento tan sensible como es el de despedirse de un ser querido.
NOTA: Mémora ha hecho llegar a nuestra redacción su postura ante esta situación, que puede leerse aquí.