Excavaciones en Irlanda: la búsqueda de justicia para 800 niños olvidados

Excavaciones en Irlanda: la búsqueda de justicia para 800 niños olvidados

En un rincón de Irlanda, la historia de casi 800 niños enterrados sin sepultura ha comenzado a desenterrarse, literalmente. Este lunes, las primeras exhumaciones de los 796 niños que yacen en una fosa común en el antiguo hogar St. Mary’s de las hermanas del Buen Socorro en Tuam han iniciado. Estos niños, que vivieron entre 1925 y 1960, finalmente podrían recibir el entierro digno que se les negó durante décadas.

La iniciativa de exhumar y dar sepultura a estos niños es el resultado de años de lucha y de una profunda investigación llevada a cabo por la historiadora local Catherine Corless. Fue en 2014 cuando Corless sacó a la luz la existencia de esta fosa común, conmocionando a Irlanda y al mundo. Su investigación reveló la ausencia total de registros de entierro, dejando en evidencia el oscuro pasado de estas instituciones religiosas.

La excavación, que se desarrolla con la colaboración de expertos internacionales, está programada para durar dos años. Durante este tiempo, se busca no solo desenterrar los restos, sino también analizarlos, identificarlos y darles una sepultura adecuada. Hasta el momento, se han recogido muestras de ADN de una treintena de familiares, y se espera ampliar esta base en los próximos meses.

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El informe de una comisión nacional en 2021 arrojó luz sobre las alarmantes tasas de mortalidad infantil en estos hogares. Unos 9.000 niños fallecieron en estas instituciones, donde las condiciones de vida eran deplorables. La falta de acceso a agua corriente, saneamiento adecuado y atención médica contribuyó a la alta mortalidad, a menudo por enfermedades respiratorias o gastroenteritis.

El impacto de este informe resonó fuertemente en la sociedad irlandesa. El entonces arzobispo electo de Dublín, Dermot Farrell, expresó la necesidad de enfrentar estas dolorosas verdades y reconocer el fracaso colectivo en proteger a las mujeres y sus hijos. También el Gobierno ofreció disculpas, reconociendo la responsabilidad de los centros públicos, aunque gestionados por órdenes religiosas.

El presidente de la Conferencia Episcopal Irlandesa, Eamon Martin, hizo un llamado a colaborar en la identificación y dignificación de estos niños, ofreciendo a sus familias un lugar donde puedan recordar a sus seres queridos. La búsqueda de justicia para estos niños es un recordatorio de que cada vida es valiosa, y de que el pasado no puede ser olvidado, sino que debe servir para aprender y mejorar como sociedad.

La excavación en Tuam es más que una búsqueda de restos; es una búsqueda de justicia, de memoria y de humanidad. Es un esfuerzo por corregir los errores del pasado y asegurar que las historias de estos niños no se pierdan en el olvido. Es un paso hacia la reconciliación con una parte dolorosa de la historia de Irlanda, y un compromiso con la dignidad humana.