En un pequeño pueblo donde la tradición y la comunidad son la esencia de la vida diaria, la Junta Vecinal de Valdefrancos ha dado un paso significativo hacia la cohesión vecinal. Después de años de incertidumbre y debates sobre la propiedad y gestión del cementerio parroquial, la Junta Vecinal, liderada por Ricardo López de la Coalición por El Bierzo, ha alcanzado un acuerdo con el Obispado de Astorga. Este pacto marca el inicio de una nueva era en la que el cementerio será gestionado como un espacio comunitario, perteneciente al pueblo y mantenido por sus propios habitantes.
La decisión de asumir el control del cementerio no solo resuelve una disputa de larga data sobre su titularidad, sino que también refleja un compromiso con el servicio público. Desde ahora, el cuidado y mantenimiento de este espacio sagrado recaerán sobre la Junta Vecinal. Ricardo López, el alcalde pedáneo, destaca que esta medida es crucial para fortalecer el sentido de pertenencia comunitaria y dejar atrás las tensiones que nunca debieron existir. La comunidad de Valdefrancos celebra este logro como un paso hacia adelante, reafirmando su dedicación a preservar el cementerio como un lugar de descanso y respeto para todos, sin importar sus creencias religiosas.
El cementerio, que muestra signos de envejecimiento y necesita reparaciones, será objeto de planes de mejora impulsados por la Junta Vecinal. La entidad local se compromete a rehabilitar y embellecer el recinto, garantizando que siga siendo un entorno digno y cuidado. Este esfuerzo es visto como una oportunidad para unir a la comunidad en torno a un propósito común, fortaleciendo los lazos vecinales y asegurando que el cementerio siga siendo un reflejo del espíritu colectivo de Valdefrancos.
El agradecimiento al Obispado de Astorga por su disposición a ceder el cementerio no se ha hecho esperar. La Junta Vecinal reconoce la importancia de este gesto que permite al pueblo tomar las riendas de un lugar que sienten suyo desde hace generaciones. Este acuerdo es más que un simple traspaso de gestión; es un símbolo de la capacidad de la comunidad para resolver sus propios desafíos y mirar hacia el futuro con optimismo.
En resumen, la cesión del cementerio de Valdefrancos a la Junta Vecinal es un testimonio del poder de la comunidad y la colaboración. Ricardo López y su equipo se embarcan ahora en una nueva fase de planificación y mejora, con la vista puesta en mantener el cementerio no solo como un lugar de reposo, sino como un espacio que honra la memoria colectiva y el sentido de pertenencia de todos sus habitantes.