Elche se encuentra en plena transformación, y uno de los lugares donde esta evolución es más visible es en el cementerio de San Agatángelo. El Ayuntamiento, cumpliendo con su compromiso de mejorar y ampliar los servicios funerarios, está llevando a cabo la construcción de 382 nuevos nichos. Esta obra se suma a los 32 nichos que se edificaron el verano pasado, alcanzando un total de 414 nuevos espacios disponibles.
El concejal de Servicios Públicos, Claudio Guilabert, ha sido testigo del progreso de estas obras, destacando el compromiso del gobierno local con la ampliación y mejora de la accesibilidad en el cementerio. «Es esencial que nuestros camposantos estén bien mantenidos y actualizados, y esta ampliación es un paso importante en esa dirección», ha afirmado Guilabert.
Además de la construcción de nichos, el proyecto incluye la sustitución del vallado deteriorado por bloques de nichos, diseñados para integrarse armoniosamente con los árboles existentes. Estos bloques, que tendrán entre tres y cuatro alturas, cada uno con cuatro a seis nichos por planta, estarán hechos de hormigón prefabricado. Se espera que las fachadas se finalicen con muros de hormigón armado, asegurando durabilidad y un acabado estético.
La modernización del cementerio no termina aquí. Guilabert ha anunciado que se están llevando a cabo más proyectos en los cementerios municipales, como la construcción de un nuevo osario en el cementerio Virgen de la Asunción. Estas iniciativas reflejan un esfuerzo continuo por parte del Ayuntamiento para asegurar que los cementerios de Elche sean espacios dignos y bien cuidados.
La importancia de estos trabajos va más allá de la simple construcción. Los cementerios son lugares de memoria y respeto, y su mantenimiento adecuado es crucial para honrar a quienes han partido. La administración local entiende esto y ha puesto en marcha un plan integral que no solo mejora la infraestructura, sino que también facilita el acceso y la movilidad dentro del cementerio.
Las obras en San Agatángelo son una respuesta a la creciente demanda de nichos en la ciudad, pero también representan un compromiso con la comunidad, asegurando que los espacios de descanso eterno sean tratados con la dignidad y el cuidado que merecen. Con cada nuevo bloque de nichos, se construye no solo un espacio físico, sino también un lugar de paz y recuerdo para las generaciones futuras.
La expansión del cementerio es un proyecto ambicioso que refleja la visión de Elche hacia el futuro, un futuro donde el respeto por los que han partido se combina con la innovación y la mejora continua de los servicios públicos. Con cada ladrillo colocado, se sella un compromiso con la memoria y el respeto, valores fundamentales para cualquier sociedad que mira hacia adelante sin olvidar su pasado.