El Oscuro Legado del Empresario Fúnebre que Perturbó a Pasadena

El Oscuro Legado del Empresario Fúnebre que Perturbó a Pasadena

En la tranquila comunidad de Pasadena, California, la funeraria Lamb Funeral Home era un pilar de confianza para las familias que buscaban despedir a sus seres queridos. Pero detrás de esta fachada respetable, se escondía una historia de horror y desolación liderada por David Sconce, quien tomó las riendas del negocio familiar en 1980. Aunque al principio todo parecía marchar bien, los empleados y allegados comenzaron a notar comportamientos extraños en su jefe.

David Sconce no solo dirigía la funeraria; transformó su operación en un negocio siniestro que priorizaba las ganancias sobre el respeto a los muertos. A medida que su avaricia crecía, también lo hacían sus prácticas macabras. Sconce incitaba a sus empleados a competir en un juego perverso: ver quién podía introducir más cuerpos en el horno a la vez, incluso si eso significaba mutilar los cadáveres.

Lo que comenzó como rumores y susurros se convirtió en una realidad aterradora cuando David alardeó públicamente de su capacidad para incinerar múltiples cuerpos en un tiempo récord. Esto levantó sospechas entre otros directores de funerarias en el área, especialmente cuando Sconce ofrecía cremaciones a un precio sospechosamente bajo. Fue entonces cuando la verdad salió a la luz: Sconce no solo incineraba cuerpos en masa, sino que también robaba y vendía órganos y joyas de los fallecidos.

La situación tomó un giro dramático cuando un exsoldado, que había liberado Auschwitz, reconoció el inconfundible olor a carne quemada emanando de la funeraria. En 1989, las autoridades finalmente desmantelaron la operación clandestina de Sconce y lo llevaron a juicio. Fue condenado a cinco años de prisión por múltiples cargos, incluidos la mutilación de cadáveres y la contratación de sicarios.

Aunque fue liberado en 1991, David Sconce no aprendió la lección y reincidió, lo que le costó una sentencia de 25 años en 2013. Sin embargo, en 2023, Sconce volvió a salir en libertad, lo que permitió al realizador Joshua Rofé capturar su historia en un documental de HBO. Durante las entrevistas, Sconce continuó mostrando una falta de arrepentimiento escalofriante, afirmando que los restos de los difuntos no tienen valor.

El caso de David Sconce es un recordatorio espeluznante de cómo la codicia puede llevar a las personas a cometer actos indescriptibles. Su historia, aunque perturbadora, resalta la importancia de vigilar de cerca las prácticas en la industria funeraria para evitar que se repitan tales atrocidades.