Elche y la polémica sobre el espacio musulmán en el cementerio

Elche y la polémica sobre el espacio musulmán en el cementerio

En Elche, una reciente decisión del equipo de gobierno compuesto por PP y Vox ha generado un debate en torno a la ampliación del cementerio y la posible inclusión de parcelas exclusivas para musulmanes. Esta medida, que había sido considerada por el anterior gobierno bipartito de PSOE y Compromís, quedó descartada en la nueva planificación.

La ampliación del cementerio, que se proyecta hacia el este del camposanto con 10.000 metros adicionales, no incluirá estas parcelas exclusivas. Desde la concejalía de Espacios Públicos, se argumenta que los cementerios municipales deben ser espacios inclusivos, no confesionales, donde todos tengan cabida. Además, aseguran que ya existen áreas disponibles para enterramientos en tierra.

Sin embargo, esta decisión no ha pasado desapercibida. Las comunidades islámicas de Elche llevan más de una década solicitando un espacio donde puedan cumplir con sus ritos funerarios, amparados en la ley de libertad religiosa. La falta de un lugar adecuado ha llevado a muchos a trasladar a sus seres queridos a otras ciudades como Valencia o Murcia.

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El Haj Mounir, presidente de la comunidad islámica de Carrús, expresa su frustración ante las promesas no cumplidas de anteriores gobiernos y la negativa del actual alcalde, Pablo Ruz, a habilitar un terreno para uso de cementerio islámico. Esta situación afecta a una población musulmana creciente, que supera las 8.000 personas en la ciudad.

La falta de espacio adecuado ha llevado a muchos a buscar alternativas fuera de Elche, incrementando los costos y las dificultades para las familias. Mientras tanto, en otras ciudades como Alicante, se han realizado ampliaciones para incluir tumbas musulmanas y judías, siguiendo las tradiciones funerarias de estas confesiones.

La historia de Elche, marcada por promesas incumplidas y la resistencia al cambio, refleja un desafío que aún necesita resolución. Las comunidades islámicas continúan su lucha por un reconocimiento que les permita practicar sus ritos funerarios sin tener que abandonar su hogar.