El Espacio de Apoyo Mémora Girona se convirtió en el epicentro de una profunda reflexión sobre la vida y la muerte. La Fundación Mémora, junto con la Regió Sanitària Girona, llevó a cabo el VIII Ciclo de «Reflexiones sobre la vida y la muerte», reuniendo a más de 200 personas interesadas en explorar estos temas desde una perspectiva espiritual y emocional.
Durante este ciclo, se organizaron tres talleres que abordaron cuestiones esenciales para enfrentar los últimos momentos de vida. «Espiritualidad y rol de los ritos al final de la vida» fue el primero de ellos, donde Arnau Oliveres, de la Asociación UNESCO para el Diálogo Interreligioso, compartió su visión sobre cómo los ritos funerarios, tanto religiosos como laicos, juegan un papel crucial en el proceso de despedida.
El segundo taller, «Acompañamiento y gestión de las emociones», fue dirigido por Xavier Savin, psicólogo y experto en atención psicológica. Savin destacó la importancia de permitirnos sentir tristeza sin culpa, enfatizando que el llanto y el duelo son respuestas sanas ante la pérdida de un ser querido. «La tristeza no debe incapacitar nuestra vida cotidiana, sino ser aceptada como parte del proceso», afirmó.
Cristina Lasmarias, en el tercer taller titulado «Toma de decisiones en la atención al final de la vida», subrayó la necesidad de planificar con anticipación mediante documentos como el testamento vital, asegurando que se respeten las voluntades de cada uno en sus últimos momentos.
Coincidiendo con el ciclo, Fundación Mémora presentó «Pacificar el final de la vida», una guía de buenas prácticas desarrollada junto a la Universidad Ramon Llull. Este documento ofrece recomendaciones valiosas para mejorar el acompañamiento en la etapa final de vida, desde una perspectiva sanitaria y social.
El Director Territorial de Mémora en Cataluña, Xavier Poch, destacó la importancia de hablar sobre la muerte como parte integral de la vida, no solo como un final inevitable, sino como un proceso de duelo y despedida que merece ser acompañado con sensibilidad y comprensión.
Así, el ciclo cerró con un fuerte mensaje de compromiso por parte de Fundación Mémora: seguir apoyando a las familias y seres queridos en este difícil pero inevitable trayecto, promoviendo conversaciones abiertas sobre el final de la vida para que nadie tenga que enfrentarlo en soledad.