La isla de los piratas: el único cementerio pirata del mundo está en Madagascar

La isla de los piratas: el único cementerio pirata del mundo está en Madagascar

Mientras Hollywood nos llevó a los mares del Caribe para contar historias de piratas, la verdadera joya de la piratería se escondía más lejos. No en Tortuga ni en Port Royal, sino en el otro extremo del mapa: Madagascar. Allí, en la isla de Santa María, reposa el único cementerio pirata del mundo. Y con él, los restos de una historia mucho más compleja de lo que nos contaron.

La Edad de Oro de la piratería (1650-1730) nos ha dejado leyendas de saqueos, abordajes y tesoros escondidos. Pero también un experimento de libertad. Lo explica bien el libro Ilustración pirata, de David Graeber, rescatado por el periodista José Luis Angulo en el programa SER Aventureros: los piratas no solo robaban, también intentaron construir un mundo a su manera.

Santa María fue su refugio, su base, y también su utopía. Lejos de los reinos europeos, sus habitantes crearon formas primitivas de autogobierno y democracia radical. No eran santos, claro, pero en un mundo gobernado por imperios y esclavitud, intentaron algo diferente. Y para ello eligieron bien: las aguas cercanas eran ruta de peregrinación a La Meca, cargadas de oro y piedras preciosas.

El cementerio pirata, aún conservado, es una rareza en la historia. Allí yacen marinos de todos los rincones del mundo, bajo tumbas que en vez de cruces lucen calaveras. Testimonio de vidas breves, violentas y, sin embargo, deseosas de algo más que oro.

Hoy, Madagascar guarda ese rincón como un secreto a voces. Un lugar donde se intentó crear una tierra libertaria en medio del caos del océano. Un rincón donde los piratas no solo vivieron… sino que también descansaron con sus propios códigos. Porque incluso quienes desafiaron todos los sistemas sabían que algún día habría que descansar.