La tranquilidad de la noche ha sido interrumpida por un suceso que tiene a los vecinos de la zona oeste de Cartagena en alerta: una ola de robos en los cementerios parroquiales de San Isidro, Los Puertos de Santa Bárbara y Perín ha dejado tumbas forzadas, imágenes religiosas desaparecidas y un aire de desconcierto entre quienes visitan a sus seres queridos.
Todo comenzó con un hallazgo inquietante en el cementerio de San Isidro. La madrugada del lunes, los primeros en llegar al camposanto descubrieron que varios panteones habían sido violentados. Las puertas, forzadas y abiertas de par en par, revelaban un escenario de caos: imágenes religiosas desaparecidas, objetos esparcidos por el suelo y una Virgen del Carmen de gran tamaño abandonada junto a los grifos de agua.
Lo que parecía un hecho aislado se convirtió en una serie de robos sistemáticos. Esa misma noche, el cementerio de Los Puertos de Santa Bárbara, a menos de diez kilómetros de distancia, sufrió un ataque similar. De nuevo, ladrones rompieron las puertas de tres panteones y se llevaron al menos dos imágenes religiosas.
Pero la incertidumbre no terminó ahí. En la madrugada del martes, un vecino de Perín fue el primero en notar algo extraño: varias puertas de los panteones estaban rotas. Aunque en este caso no se detectaron hurtos evidentes, una imagen de la Virgen apareció en el suelo, lo que hizo que la comunidad sintiera aún más el impacto de estos actos.
Lo que preocupa no es solo el daño material, sino la falta de respeto hacia los difuntos y sus familias. Para muchos, los cementerios son lugares sagrados, espacios de memoria y recogimiento, por lo que estos hechos han generado rabia, tristeza y una gran inquietud.
Ante la gravedad de la situación, los encargados de los cementerios afectados han decidido actuar. Las denuncias ya han sido interpuestas ante la Guardia Civil, y los vecinos esperan respuestas y medidas de seguridad que eviten que esta serie de robos continúe.
La comunidad se pregunta: ¿Quién está detrás de estos robos? ¿Qué buscan los ladrones? Por ahora, solo queda la incertidumbre y la esperanza de que las autoridades esclarezcan pronto este caso.
