Cuando el Govern de Baleares eliminó el impuesto de sucesiones entre padres e hijos, muchos pensaron que con ello se reduciría el número de personas que rechazaban su herencia. Sin embargo, el 2024 ha demostrado lo contrario: las renuncias han aumentado ligeramente en comparación con el año anterior, rompiendo la tendencia a la baja de los últimos dos años.
Según los datos del Colegio de Notarios, 1.526 personas en Baleares rechazaron su herencia el año pasado, frente a las 1.485 del año anterior. Un crecimiento leve, pero llamativo, dado que ya no existía el pago de impuestos por recibir los bienes familiares.
Pero si la presión fiscal ya no es el problema, ¿por qué cada vez más personas prefieren decir «no» a su herencia?
El verdadero motivo de las renuncias: deudas en lugar de bienes
Los expertos lo tienen claro: no es cuestión de impuestos, sino de lo que realmente se hereda. Muchas personas descubren que, al aceptar una herencia, no solo reciben un piso o una cuenta bancaria, sino también deudas, préstamos o hipotecas pendientes.
Esta realidad es especialmente visible en Baleares, donde el auge del ladrillo en los años 2000 dejó a muchas familias hipotecadas. Cuando fallecen, los herederos no reciben patrimonio, sino obligaciones económicas que no están dispuestos a asumir.
Desde el año 2011, cuando comenzaron a publicarse estos datos, las renuncias a herencias se han duplicado, pasando de 728 casos a los 1.526 actuales. El pico máximo se alcanzó en 2021, con 1.871 renuncias, un año marcado por los efectos de la pandemia y el aumento de la mortalidad.
¿Un impuesto que influye poco en la decisión?
El Govern de Marga Prohens, que llegó al poder en julio de 2023, hizo de la eliminación del impuesto de sucesiones una de sus primeras medidas. Suprimió el tributo con el argumento de que era un impuesto injusto, pues obligaba a pagar por bienes que las familias ya habían adquirido con esfuerzo a lo largo de su vida.
Sin embargo, el primer año completo sin este impuesto ha dejado claro que su impacto en las renuncias no es significativo. Baleares sigue en la media nacional de rechazos, con un 15 % de renuncias sobre las más de 7.000 herencias registradas en 2024.
Otras comunidades gobernadas por el PP, como La Rioja (21,6 %), Andalucía (20,6 %) o Murcia (19,5 %), han aplicado rebajas o eliminaciones del impuesto sin que esto haya supuesto una caída en los rechazos.
A pesar de ello, el Govern mantiene su postura. El vicepresident Antoni Costa ha defendido que eliminar este impuesto es una medida justa, y no descarta nuevas rebajas fiscales en los próximos años.
Una tendencia nacional: el miedo a las herencias problemáticas
El caso de Baleares no es una excepción. A nivel estatal, el número de renuncias a herencias ha seguido una tendencia ascendente en la última década, con cifras récord en distintos puntos del país. La razón sigue siendo la misma: las cargas económicas que acompañan a muchas herencias hacen que, en muchos casos, recibirlas sea más un problema que una solución.
Con impuestos o sin ellos, las llamadas «herencias envenenadas» siguen siendo una realidad que muchas familias prefieren evitar.