Descubren en Alemania un cementerio de 4.500 años con restos de guerreros y armaduras intactas

Descubren en Alemania un cementerio de 4.500 años con restos de guerreros y armaduras intactas

El pasado resurge en lugares inesperados. Lo que comenzó como una simple excavación para la construcción de una línea eléctrica en Förderstedt, Alemania, terminó convirtiéndose en un hallazgo arqueológico extraordinario. Bajo la tierra, cubiertos por un túmulo funerario, yacían los restos de guerreros de la cultura Beaker, una sociedad prehistórica que habitó Europa hace 4.500 años. Lo más sorprendente: algunos de estos esqueletos aún portaban fragmentos de armadura y herramientas de combate.

La excavación reveló diez tumbas, de las cuales tres han sido completamente estudiadas. Según la arqueóloga Susane Friederich, directora del proyecto en la Oficina Estatal de Conservación del Patrimonio y Arqueología de Sajonia-Anhalt, los cuerpos fueron enterrados en posición encorvada y orientados hacia el este, siguiendo un ritual característico de la cultura Beaker. Se trata de una civilización conocida por sus peculiares recipientes de cerámica, utilizados para almacenar alimentos destinados al viaje al más allá.

En una de las tumbas apareció uno de estos vasos con restos de comida en su interior, preservado durante milenios. Sin embargo, el hallazgo que más asombró a los arqueólogos fue el equipo de combate descubierto junto a los difuntos. En una sepultura, un esqueleto conservaba un guardabrazos de piedra de aproximadamente ocho por cuatro centímetros. Esta pieza de protección era utilizada por los arqueros para evitar lesiones en el antebrazo al tensar el arco. Su presencia sugiere que el individuo fue un arquero hábil, quizás un cazador, o más probablemente, un guerrero.

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Las pruebas del uso del arco no terminaban ahí. En otra tumba, los arqueólogos hallaron dos puntas de flecha alineadas cerca del cadáver, además de rastros en el sedimento que sugieren la presencia de un carcaj, desaparecido con el paso de los siglos. Estos indicios refuerzan la hipótesis de que los enterrados pertenecían a una casta de guerreros, aunque también pudieron desempeñar funciones de caza.

¿Qué significado tenía la guerra para la cultura Beaker? ¿Eran estos individuos líderes militares o simples cazadores? Las respuestas aún están por llegar. Los investigadores planean trasladar las tumbas a un laboratorio, donde podrán analizar con más detalle los restos y reconstruir la vida de estos antiguos combatientes.

Este descubrimiento no solo arroja luz sobre las costumbres funerarias y el rol de los guerreros en la Edad de Cobre, sino que también permite asomarnos a una época en la que la lucha por la supervivencia estaba entretejida con rituales, creencias y la necesidad de protegerse en un mundo incierto. La historia sigue escribiéndose, ahora con la ayuda de la ciencia.