Dos cementerios musulmanes en Zaragoza reescriben la historia de la ciudad taifal

Dos cementerios musulmanes en Zaragoza reescriben la historia de la ciudad taifal

Lo que hoy es el centro de Zaragoza, en la época musulmana era un territorio aún más amplio de lo que se creía. Un nuevo hallazgo arqueológico lo confirma: se ha descubierto otra necrópolis islámica en Camino de las Torres, a escasos metros de donde, en junio del año pasado, aparecieron 230 cuerpos enterrados según el rito musulmán en la calle Pomarón.

Este nuevo cementerio, que hasta ahora permanecía oculto bajo la ciudad moderna, suma 27 enterramientos con orientación hacia La Meca y en un sorprendente estado de conservación, a pesar de su proximidad al río Huerva. Los arqueólogos municipales sospechan que podría haber más cuerpos, lo que reforzaría aún más la teoría de que la Zaragoza islámica del siglo XI se extendía más allá del río, abarcando un área mayor de la que hasta ahora se había documentado.

Javier Ruiz, arqueólogo del Ayuntamiento de Zaragoza, destaca la importancia del descubrimiento: «Con esta nueva ocupación, vemos que la ciudad en época taifal es todavía mayor de lo que pensábamos. Calculamos que podría haber unas cuatro hectáreas más de extensión». Esta época, la del reino de la taifa de Saraqusta, fue el periodo de mayor esplendor islámico en la ciudad.

elfunerariodigital

El proceso de excavación sigue en marcha y, como en el hallazgo del año pasado, los restos serán trasladados al Instituto de Medicina Legal para su análisis con pruebas de carbono 14, que permitirán precisar su antigüedad y conocer más detalles sobre la vida en la Zaragoza musulmana.

Además de esta necrópolis, las excavaciones previas a las obras de regeneración de la ribera del Huerva han sacado a la luz parte del antiguo Convento de los Carmelitas de San José y los restos de un muro de la cárcel construida en 1900, lo que añade aún más valor histórico a la zona.

Desde el Ayuntamiento aseguran que todos los restos serán tratados con el máximo rigor científico y protegidos para su conservación. «Todo lo que se quede en el lugar será debidamente preservado», afirma Sara Fernández, consejera de Cultura del consistorio.

Este hallazgo no solo amplía la historia de la Zaragoza musulmana, sino que también confirma que el legado islámico de la ciudad es más extenso y profundo de lo que se había imaginado.