Embalsamamiento medieval: la aristocrática familia Caumont preservó a sus miembros durante siglos

Embalsamamiento medieval: la aristocrática familia Caumont preservó a sus miembros durante siglos

Un legado preservado: la familia Caumont y su técnica de embalsamamiento en la Francia moderna

El silencio de la cripta del castillo de Milandes, en la región francesa de Dordoña, escondía un secreto que ha salido a la luz siglos después. Allí, entre restos de una aristocrática familia, los científicos han encontrado pruebas de una tradición única: el embalsamamiento meticuloso de sus miembros, desde niños hasta ancianos, durante los siglos XVI y XVII. Este descubrimiento, publicado recientemente en la revista Nature, arroja luz sobre una práctica funeraria reservada a los linajes más influyentes de la Europa moderna.

En 2019, un equipo arqueológico desenterró una cripta con los restos de siete adultos y cinco niños, todos parte de la familia Caumont, señores del castillo de Milandes. Dos años después, encontraron la tumba de una mujer anciana, también embalsamada. Estas investigaciones revelaron que el proceso no solo era extremadamente cuidadoso, sino que se aplicaba a todos los miembros de la familia, independientemente de su edad o género.

Los estudios, liderados por la investigadora Caroline Partiot del Instituto Arqueológico de la Academia de Ciencias de Austria (ÖAW), demostraron que la técnica de embalsamamiento empleada seguía un estándar transmitido de generación en generación. “El tratamiento técnico era altamente preciso, similar en adultos y niños. Esto refleja un saber hacer que perduró durante al menos dos siglos”, explica Partiot.

El procedimiento comenzaba con el desollado minucioso del cuerpo, desde las extremidades hasta las yemas de los dedos, según se pudo deducir de las marcas de corte en los esqueletos. Este método coincide con técnicas descritas por el cirujano francés Pierre Dionis en el siglo XVIII, aunque la familia Caumont lo aplicaba mucho antes.

Lejos de buscar la preservación eterna del cuerpo, el objetivo era ralentizar la descomposición lo suficiente para exhibir el cadáver durante las ceremonias de duelo, una práctica común entre familias nobles. Este uso ceremonial del embalsamamiento también servía para reafirmar el estatus social de los Caumont, un linaje de gran influencia regional, comparable en prestigio con los Medici de Italia.

El castillo de Milandes, más conocido por haber sido la residencia de la célebre artista Joséphine Baker en el siglo XX, ahora revela otra faceta de su historia: un lugar que guarda el testimonio de una práctica funeraria profundamente arraigada y símbolo de un estatus heredado desde el nacimiento.

Para los investigadores, este hallazgo no solo amplía el conocimiento sobre las técnicas de embalsamamiento en la Europa moderna, sino que también ilumina las formas en que las élites perpetuaban sus tradiciones y poder, incluso en la muerte.