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Actualizado: 02/05/2024
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Un edificio de Hong Kong de doce plantas con capacidad para albergar 23.000 urnas funerarias

Un edificio de Hong Kong de doce plantas con capacidad para albergar 23.000 urnas funerarias

Un edificio de Hong Kong de doce plantas con capacidad para albergar 23.000 urnas funerarias

Vía: AFP

En la ciudad de Hong Kong (China) quienes pasen por delante de una torre de doce plantas pueden pensar que se trata de un nuevo hotel de la ciudad, espacialmente al ver el vestíbulo de mármol y sus lujosos candelabros, pero en realidad se trata de un columbario donde reposarán las cenizas de miles de personas.

Una ciudad con algunos de los barrios más superpoblados del planeta, los 7,3 millones de habitantes de Hong Kong a veces tenían que esperar años para conseguir un lugar donde guardar las cenizas de sus fallecidos.

El columbario Shan Sum abierto el mes pasado planea ofrecer hasta 23.000 espacios para depositar urnas funerarias como parte de una campaña gubernamental lanzada hace una década para atraer empresas privadas al sector.

Esta política empieza a dar frutos después de que, a mediados de la década de 2010, la envejecida población de la ciudad hiciera que las tasas de mortalidad superaran la capacidad del sector funerario público.

El moderno y brillante edificio es obra del arquitecto alemán Ulrich Kirchhoff, de 52 años, quien dijo a la AFP que ha intentado mezclar elementos de la naturaleza en un espacio muy denso para crear «un sentimiento de pueblo».

“Es un edificio de viviendas para los muertos (…) Da la sensación de un barrio estrechamente cohesionado”, explicó.

Kirchhoff se inspiró en los cementerios tradicionales chinos, habitualmente colgados en laderas de montañas. Su columbario recupera esas líneas ondulantes, la vegetación y las texturas de roca tallada.

Las cenizas se guardan en compartimentos decorados, los más pequeños de 26 por 34 centímetros, alineados en las paredes de unas salas refrigeradas con aire acondicionado.

Kirchhoff asegura que diseñó las diferentes cámaras para aportar intimidad, en contraste con los atestados columbarios públicos que, en su opinión, dan la sensación de ser «almacenes».

“¿Cómo mantenemos calidad de vida y dignidad para la gente en esta alta densidad?”, se preguntó. “¿Es simplemente una caja de zapatos o hay algo más?”.

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